
INESTABILIDAD CRÓNICA DE TOBILLO Y COMPENSACIONES EN LA MARCHA
La inestabilidad crónica de tobillo (ICT) es una condición prevalente que afecta a una amplia población, especialmente a aquellos con antecedentes de esguinces laterales de tobillo. Esta patología se caracteriza por episodios recurrentes de "fallo" articular, dolor persistente y una sensación subjetiva de inestabilidad. Estas manifestaciones no solo afectan la calidad de vida de los pacientes, sino que también influyen significativamente en la biomecánica de la marcha, alterando el reparto de cargas durante el ciclo de la marcha.
Alteraciones en la Estrategia de Carga durante la Marcha en ICT
Un estudio reciente publicado en el Journal of NeuroEngineering and Rehabilitation investigó las fluctuaciones en la estrategia de carga durante la marcha en individuos con ICT en comparación con un grupo control saludable. El estudio incluyó a 56 participantes masculinos, divididos en dos grupos: 28 con ICT unilateral y 28 sin antecedentes de esguinces de tobillo. Se evaluaron parámetros como el tiempo de apoyo, el tiempo de aceptación de peso y la distribución de la carga para analizar la estrategia de carga durante la marcha.
Los hallazgos revelaron que el grupo con ICT presentaba una carga significativamente mayor en la región lateral del retropié. Sin embargo, no se encontraron diferencias significativas en otros parámetros de la estrategia de carga de la marcha entre ambos grupos. Estos resultados sugieren que los individuos con ICT pueden desarrollar mecanismos compensatorios, como una mayor carga en el retropié lateral, para contrarrestar la inestabilidad durante la fase de aceptación de peso. Esta adaptación podría manifestarse como una desviación lateral del centro de presión y un aumento de la inversión en el plano frontal durante la fase inicial de apoyo. Es importante destacar que estas alteraciones podrían ser tanto una consecuencia como una causa de la ICT.
División de la huella del pie según el estudio de Elabd et al. 2024 [1], en la que tercera imagen (imagen C), podemos observar la división del pie en las 4 zonas mas relevantes antepié medial (3), antepié lateral (4), retropié medial (5) y retropié lateral (6).
Implicaciones Clínicas para Fisioterapeutas
Para los fisioterapeutas a, estos hallazgos subrayan la importancia de abordar las alteraciones biomecánicas específicas asociadas con la ICT. La identificación y corrección de patrones de carga anómalos, como la sobrecarga en el retropié lateral, son esenciales para restaurar una marcha funcional y prevenir lesiones secundarias.
En esta imagen del estudio de Moisan et al. 2021 [3], no observaron diferencias en la cinemática de la rodilla entre ambos grupos, pero si aprecia que entre un 60 y un 80% de la fase de apoyo, los individuos con ICT presentan un aumento de activación del músculo peroneo largo que podrían representar un intento del cuerpo para atenuar la carga sobre el tobillo. También podría representar un intento de estabilizar la rodilla durante la fase inicial en la que las fuerzas de impacto, son mayores en individuos con ICT
Las intervenciones deben centrarse en:
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Reeducación de la Marcha: Implementar programas de entrenamiento que promuevan una distribución de carga más equilibrada durante la marcha, enfatizando la alineación adecuada del pie y el control neuromuscular.
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Fortalecimiento Muscular: Desarrollar la fuerza de los músculos peroneos y otros estabilizadores del tobillo para mejorar la estabilidad lateral y reducir la tendencia a la inversión excesiva.
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Entrenamiento Proprioceptivo: Mejorar la conciencia corporal y la respuesta neuromuscular mediante ejercicios que desafíen el equilibrio y la coordinación, utilizando superficies inestables y tareas dinámicas.
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Movilización Articular: Aplicar técnicas de terapia manual para mejorar la movilidad articular y corregir restricciones que puedan contribuir a patrones de carga anómalos.
Además, es fundamental educar al paciente sobre la importancia de una mecánica de marcha adecuada y la adherencia a los programas de rehabilitación para prevenir recurrencias y promover una recuperación óptima.
Conclusión
La inestabilidad crónica de tobillo induce modificaciones específicas en la estrategia de carga durante la marcha, particularmente una mayor carga en la región lateral del retropié. Estas adaptaciones compensatorias resaltan la vulnerabilidad de la ICT durante la fase inicial de apoyo y enfatizan la necesidad de intervenciones fisioterapéuticas dirigidas a corregir estas alteraciones. Un enfoque integral que combine reeducación de la marcha, fortalecimiento muscular, entrenamiento proprioceptivo y movilización articular es esencial para restaurar la función óptima y prevenir complicaciones a largo plazo en individuos con ICT.
Referencias
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Elabd, O. M., Elabd, A. M., Abd El-Azez, M. S., Taha, M. M., & Mohammed, A. H. (2024). Impact of chronic ankle instability on gait loading strategy in individuals with chronic ankle instability: a comparative study. Journal of NeuroEngineering and Rehabilitation, 21(1), 185
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Son, S. J., Kim, H., Seeley, M. K., & Hopkins, J. T. (2019). Altered Walking Neuromechanics in Patients With Chronic Ankle Instability. Journal of Athletic Training, 54(6), 684–697.
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Moisan, G., Mainville, C., Descarreaux, M., & Cantin, V. (2021). Lower limb biomechanics in individuals with chronic ankle instability during gait: a case-control study. Journal of Foot and Ankle Research, 14(1), 36.
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Yousefi, M., Zivari, S., Yiou, E., & Caderby, T. (2023). Effect of Chronic Ankle Instability on the Biomechanical Organization of Gait Initiation: A Systematic Review. Brain Sciences, 13(11), 1596.